Las mujeres están en el grupo de los más vulnerables, junto con los adolescentes. (Foto:Cortesia)
Sandra Marin
| Nutricionista
Comer saludable está de moda. Aunque parezca paradójico, esta práctica puede ser perjudicial para la salud cuando se convierte en una obsesión.
Ortorexia, palabra que se deriva del griego orthos (correcto) y orexis (apetito). Dicho término fue acuñado a finales de los noventas, por Steven Bratman, un médico practicante de la medicina alternativa, para referirse a una patología en la que las personas evitan los alimentos que consideran "impuros", acarreando con ello serias deficiencias nutricionales e incluso muerte por inanición?
La ortorexia es una patología con mayor incidencia en las sociedades occidentales. Sus precedentes incluyen: el culto al cuerpo, la obsesión por las dietas y el temor a la comida tratada con productos artificiales. Los grupos más vulnerables a padecerla son las mujeres, los adolescentes y quienes practican deportes como el culturismo o el atletismo, y cuidan mucho de la imagen corporal.
Los ortoréxicos se centran casi exclusivamente en lo que comen. Viven obsesionados con la ingesta de productos orgánicos, probióticos, sin grasa, cultivados ecológicamente y sin sustancias artificiales. No importa el precio que tengan que pagar por ellos o las distancias a recorrer para conseguirlos.
La obsesión por comer sano lleva también a estas personas a preocuparse por la forma en que se prepara la comida y los recipientes que se utilizan para cocinarlos. Dedican mucho tiempo a la planificación de los menús y a la preparación de los alimentos. Mientras los anoréxicos y bulímicos se preocupan por la cantidad de comida que consumen, los ortoréxicos se obsesionan con la calidad de la misma. La ortorexia interfiere negativamente en la salud y la vida social. Estas personas prefieren pasar hambre por largos periodos de tiempo, a comer alimentos que como decíamos anteriormente, consideran "impuros"; dejan de ir a restaurantes, rechazan la comida rápida y no frecuentan la casa de familiares y amigos, por temor a los alimentos que puedan llegar a ingerir.
La ortorexia impone fuertes restricciones alimentarias que repercuten directamente en la salud de estas personas, produciéndoles carencias de vitaminas, anemia, falta de energía, y enfermedades como hipotensión y osteoporosis. Aunque la ortorexia es una patología relativamente nueva, que surgió con el "boom" de la comida saludable, existen actualmente criterios básicos para poder diagnosticarla. Entre ellos podemos mencionar los siguientes: 1)Se dedica más de 3 horas al día a pensar en la dieta sana; 2) Hay más preocupación por la calidad de los alimentos, que por el placer de consumirlos; hay una disminución de la calidad de vida conforme aumenta la pseudo-calidad de la alimentación; se presentan sentimientos de culpabilidad cuando no se cumple con las convicciones dietéticas, lo cual lleva a castigos con dietas y ayunos severos; se planifica excesivamente lo que comerá al día siguiente y se produce un aislamiento social provocado por el tipo de alimentación que se sigue.