Cuando Gabriel Gómez cumplía apenas 6 años, jamás se imaginó que experimentaría una prueba tan dura como lo fue haber perdido a su madre.
El inocente niño se refugió en el fútbol, pero también en el apoyo de su padre Dionisio Gómez. Un humilde constructor que a base de sacrificio y esfuerzo pudo sacar adelante a sus 14 hijos, a quienes educó y formó como personas de bien.
Uno de esos es el popular "Gavilán", hoy volante titular de nuestra selección nacional y del club Belenenses de Portugal. Un chico de 24 años que con talento y fuerza de voluntad ha logrado traspasar fronteras y triunfar en el difícil mundo del balompié profesional.
En este día especial en que los panameños le rinden tributo a ese ser tan querido como lo es el padre, Gabriel Gómez no dejó de un lado a su amado progenitor, y es por eso que horas antes del crucial partido contra El Salvador, no pudo más que agradecerle por sus horas de desvelo, esfuerzo y dedicación.
"El mejor regalo que le puedo dar es hacer un buen partido, que él lo disfrute y que vea a la selección ganar. Después en la casa le tengo una linda sorpresa, porque mi papá es una persona maravillosa, espectacular, que supo sacar adelante a sus hijos cuando su esposa se fue; sacó fuerzas de donde no tenía y nos mantuvo a todos, nos dio una educación, un hogar y para él sólo pueden haber palabras de agradecimiento", expresó con nostalgia este habilidoso jugador.
Hoy, después de tantos años de sufrimiento por la pérdida prematura de su madre Elizabeth, aunado a la carencia de recursos en el humilde hogar ubicado en Calle G Paraíso, San Miguelito, el mediocampista no deja de agradecerle a Dios y al fútbol, porque gracias a eso ha logrado ayudar a su familia, pero sobre todo a su padre.
"Yo siempre hablo con él y lo más importante es que hay comprensión, amistad entre todos sus hijos y, sabiendo la edad que tiene (está por cumplir 70 años) y que nada dura para siempre, sólo espero que los años que le quedan lo pueda vivir al máximo", agregó.
Pero eso no es todo, porque este "Gavilán" que se ganó ese apodo porque apenas comía, salía como un gavilán "volando" para la cancha 28 de Diciembre de San Miguelito a jugar fútbol, según lo dijo su padre, no se olvida de su progenitor.
Todos los meses el jugador le envía una mensualidad para que en su casa no haga falta un plato de comida. Esos gestos de bondad para con su familia y ese afán de superarse y ser alguien especial en la vida, es lo que han hecho que el señor Dionisio Gómez se sienta plenamente orgulloso de su hijo.
"Yo estoy muy orgulloso de mi hijo porque hasta el techo que tengo me lo compró él. Cuando su madre murió, un tío se lo quiso llevar para Chitré, pero yo le dije a ellos como le decía a su mamá Elizabeth: nosotros comemos tierra y bebemos agua, pero todos juntos. Así los crié y muchos amigos me llegaron a decir que el único gallo que andaba con pollos era yo, porque siempre estuve con mis hijos para arriba y para abajo, pero eso no me importó", precisó.
Hoy, Don Dionisio suspira y luego recuerda con mucho amor aquella frase que una vez Gabriel Gómez le profirió: "Papá, yo nunca te voy a abandonar a ti, porque tú nunca nos abandonaste".
A sus 69 años, el señor Dionisio no deja de ser un padre. Actualmente le construye la cerca a la casa que su hijo compró en Cerro Lindo, porque él quiere proteger sus bienes cuando éste se vaya. Mientras tanto, él sólo espera como regalo del Día del Padre que Dios siga bendiciendo a su hijo y hoy anote un gol.
DATO
Hoy, el señor Dionisio Gómez espera como regalo del Día del Padre, que "Gavilán" anote un gol.