Sus hijos lo cuidan mucho y hasta esperan que se duerma primero para no dejarlo solo. (Foto: Gonzalo Bocanegra)
Jesús Simmons
| DIAaDIA
"Para mis hijos yo estoy completo". Yariel Omar Sánchez nunca podrá borrar de su mente aquel fatídico 15 de marzo de 2008, cuando abordó, como de costumbre, el bus que lo llevaría a su casa luego de una jornada de trabajo. Lo que nunca pensó es que en ese transporte perdería su mano derecha, todo porque el conductor hacía regatas.
Pero hoy ese sabor amargo desaparece cuando puede disfrutar de su paternidad y del amor de sus cinco hijos Yarielis, 16 años; Yariel, de 15; Alejandra de 6; Ricardo, de 5, y Jeremy de 3 años.
Además, a sus 35 años, Yariel da gracias a Dios por no dejarlo morir en ese accidente.
Sabe que éste es un Día del Padre diferente, por el hecho de que puede gozar su segunda oportunidad de vida y porque puede educar a sus hijos como se debe y llevarlos por el camino correcto.
"Mis hijos más grandes se bromean conmigo, siempre me están dando ánimos", dijo Yariel.
Yarielis, la mayor de sus hijos, como sabe que le gusta mucho la música, se pone a bailar con él. A medida que lo cuenta, rompe en llanto. Las lágrimas recorren sus mejillas, no lo puede evitar, ya que sabe que su vida nunca va a ser la misma, ahora será mejor.
Respira profundo, seca sus lágrimas y hace una pausa para retomar nuevamente el hilo de la conversación.
SUPERAN LAS ADVERSIDADES
Para sus hijos, él es un hombre completo. Debido al accidente, esta humilde familia atraviesa por una situación económica muy difícil, porque Yariel era el sustento de su familia y en estos momentos no está trabajando. Además, ha tenido muchos problemas para meter los papeles para que la Caja de Seguro Social lo pensione.
Con tiempo de sobra, se ha convertido en un gran maestro para su hija más pequeña, quien trajo muy buenas notas en su boletín; es un gran amigo de su hijo Yariel, al que apoya mucho con el fútbol, por lo que está más apegado a sus vástagos.
Aunque el día 15 no le trae muy buenos recuerdos, porque fue un 15 de marzo cuando sufrió el accidente, va a celebrar el Día del Padre en compañía de su familia y sus grandes amigos "Toto" y "Beby", que le han demostrado que están en las buenas y las malas.
Dijo que su estado físico no será impedimento para él y no se quedará postrado en un sillón, por lo que sueña en un tiempo no muy lejano volver a hacer lo que le apasiona: cocinar.
JUSTICIA
Sólo pide a las autoridades que solucionen el problema, ya que nadie se ha acercado para explicarle qué sucedió.