Se apagó una luz
Keyla, quien el 27 de julio cumpliría 27 años, deja en la orfandad a la luz de sus ojos, la pequeña Leydis.

Joyce Baloyes Lobo | DIAaDIA

Derrumbó los sueños de una pequeña niña y cegó los de su madre.

Orlando Moreno Campos no midió las consecuencias cuando degolló a Keyla Mairobi Arango Marmolejo en la pensión Bella Vista, donde ella era recepcionista.

Su hija, Leydis Murillo, de tres años, hoy mira las fotos de su madre sin saber qué está pasando, aunque en la sala de su hogar, en la tercera etapa de Mañanitas, hay un altar en su nombre.

Keyla era una madre abnegada y dedicada a su familia, amor que constató su hermana Liseth, puesto que hace un mes tuvo una crisis por la tiroides y ella destinó todas sus quincenas a ayudarla.

Su desconsolada madre, Marianela, llora a su hija, y con voz quebrantada pide que no suelten al asesino para que no haga daño a nadie.

Lo que nunca imaginó fue que el trabajo que había conseguido hace tres meses por medio de una vecina, implicaría su muerte, puesto que no hay ningún tipo de seguridad en un hotel tan grande.

Pide fuerzas a Dios para seguir educando a su nieta, que está en preescolar, y va con tanta ilusión a la escuela.

LO EXAMINAN

Hermelo Altamiranda, jefe de la División de Homicidio de la PTJ, dijo que Orlando Moreno está en las celdas de la institución y es evaluado por Medicina Legal en torno a las lesiones que presenta y a su condición psiquiátrica.

Destaca que el posible consumo de sustancias prohibidas pudieron tener incidencia en la muerte de Keyla.

TRAMITE

Cuando lleguen los exámenes, será trasladado el expediente a la Fiscalía Auxiliar.

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