"El diálogo es el secreto". Eso afirman moradores de Nuevo Méjico, en Caimitillo de Chilibre, que luego de pasar años como invasores creían que sus sueños se harían realidad, que ahora son truncados por la suspensión de los trabajos.

Bajo el candente sol del mediodía, el señor Milciades Rodríguez levantaba lo que será el hogar de su familia en el terreno que ya le fue designado. Apenas había clavado un par de maderas, pero aseguró que tres días son suficientes para terminarla, a pesar que no cuenta con ayudante.

Él forma parte del grupo de más de 300 familias que habitan las comunidades de Los Lagos, Eben-ezer y Jerusalén. Con una buena organización lograron llegar a un acuerdo con las autoridades para buscar las mejoras en el lugar, aseveró el dirigente Erick Bartolo Pérez.

Él explicó que luego de conversar durante años con Aeronáutica Civil para que le cediera los terrenos a un costado de la pista de aterrizaje de Calzada Larga, pudieron canalizar mediante autoridades locales la ayuda del Fondo de Inversión Social y el pasado 15 de abril empezaron los trabajos del relleno (había un lago en el sitio). Además de la instalación de tuberías, postes de luz y creación de calles, pero éstos sólo duraron un mes, ya que hace falta dinero para completar el costo de la obra.

PARALIZADA

Las máquinas siguen en el lugar, sólo esperan que les den la orden para continuar con los trabajos.