La ayuda les cayó del cielo


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En estas condiciones está la vivienda de los Chirú, por eso viven casi al aire libre.

Fotos: JES? SIMMONS

  • La ayuda les cayó del cielo

    En estas condiciones está la vivienda de los Chirú, por eso viven casi al aire libre.

    Fotos: JES? SIMMONS

  • La ayuda les cayó del cielo

    “Nos sentimos contentos con la ayuda que se les está dando, porque son muy humildes. Estamos cooperando con la construcción”.

    José Velásquez

  • La ayuda les cayó del cielo

    “Por el momento me siento muy bien con lo que les están dando. Estamos apoyando en todo lo que se pueda con ellos”.

    Samuel Sanchez

  • La ayuda les cayó del cielo

    “Estoy contento de poder ayudarles a realizar el proyecto que le están dando para que mejoren la casita”.

    Jose Velasquez

  • La ayuda les cayó del cielo

    La casa está lejos de la calle principal.

  • La ayuda les cayó del cielo

    Los juguetes tenían un año en el techo.

  • La ayuda les cayó del cielo

    Reynaldo tiene problemas de salud.

  • La ayuda les cayó del cielo

    Los niños duermen en este colchón.

  • La ayuda les cayó del cielo

    María está embarazada del octavo hijo.

  • La ayuda les cayó del cielo

    En estas condiciones está la vivienda de los Chirú, por eso viven casi al aire libre.

    Fotos: JESÚS SIMMONS

  • La ayuda les cayó del cielo

    “Nos sentimos contentos con la ayuda que se les está dando, porque son muy humildes. Estamos cooperando con la construcción”.

    José Velásquez

  • La ayuda les cayó del cielo

    “Por el momento me siento muy bien con lo que les están dando. Estamos apoyando en todo lo que se pueda con ellos”.

    Samuel Sanchez

  • La ayuda les cayó del cielo

    “Estoy contento de poder ayudarles a realizar el proyecto que le están dando para que mejoren la casita”.

    Jose Velasquez

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    La casa está lejos de la calle principal.

  • La ayuda les cayó del cielo

    Los juguetes tenían un año en el techo.

  • La ayuda les cayó del cielo

    Reynaldo tiene problemas de salud.

  • La ayuda les cayó del cielo

    Los niños duermen en este colchón.

  • La ayuda les cayó del cielo

    María está embarazada del octavo hijo.

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    En estas condiciones está la vivienda de los Chirú, por eso viven casi al aire libre.

    Fotos: JESÚS SIMMONS

  • La ayuda les cayó del cielo

    “Nos sentimos contentos con la ayuda que se les está dando, porque son muy humildes. Estamos cooperando con la construcción”.

    José Velásquez

  • La ayuda les cayó del cielo

    “Por el momento me siento muy bien con lo que les están dando. Estamos apoyando en todo lo que se pueda con ellos”.

    Samuel Sanchez

  • La ayuda les cayó del cielo

    “Estoy contento de poder ayudarles a realizar el proyecto que le están dando para que mejoren la casita”.

    Jose Velasquez

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    La casa está lejos de la calle principal.

  • La ayuda les cayó del cielo

    Los juguetes tenían un año en el techo.

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    Reynaldo tiene problemas de salud.

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    Los niños duermen en este colchón.

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    María está embarazada del octavo hijo.

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    Fotos: JESÚS SIMMONS

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    “Nos sentimos contentos con la ayuda que se les está dando, porque son muy humildes. Estamos cooperando con la construcción”.

    José Velásquez

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    “Por el momento me siento muy bien con lo que les están dando. Estamos apoyando en todo lo que se pueda con ellos”.

    Samuel Sanchez

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    Jose Velasquez

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    Los juguetes tenían un año en el techo.

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    Reynaldo tiene problemas de salud.

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    María está embarazada del octavo hijo.

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    “Nos sentimos contentos con la ayuda que se les está dando, porque son muy humildes. Estamos cooperando con la construcción”.

    José Velásquez

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    “Por el momento me siento muy bien con lo que les están dando. Estamos apoyando en todo lo que se pueda con ellos”.

    Samuel Sanchez

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    “Estoy contento de poder ayudarles a realizar el proyecto que le están dando para que mejoren la casita”.

    Jose Velasquez

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    La casa está lejos de la calle principal.

  • La ayuda les cayó del cielo

    Los juguetes tenían un año en el techo.

  • La ayuda les cayó del cielo

    Reynaldo tiene problemas de salud.

  • La ayuda les cayó del cielo

    Los niños duermen en este colchón.

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    María está embarazada del octavo hijo.

Jesús Simmons - DIAaDIA

“Hoy mi casa está diferente”. La vida de los Chirú no es fácil, pues viven en condiciones de pobreza extrema en la comunidad de Teriá, Ciri Grande de Capira.

Llegar a la vivienda de los Chirú es casi una odisea, pues desde el centro de Capira en auto se toman aproximadamente 45 minutos. Luego hay que caminar en medio del bosque y cruzar un río para llegar a la casa.

Cuatro postes de madera con un techo es el hogar de esta humilde familia constituida por Natividad Chirú de 49 años, su esposa, María Morán de 34 años y sus siete hijos.

Digna (de 16), Diamantina (14), Maribel (10), Alejandro; Reynaldo (6); Dionisio (3) y Miguel Chirú, de 1 año de edad, son los hijos de esta pareja.

Ellos comen yuca, arroz, plátano, la carne no la conocen, pues es un lujo. Sus pertenencias son un viejo colchón en el que duermen Digna, Maribel y Dionisio, en el otro cuarto duermen en el piso pelado Natividad y María con el resto de los niños.

En días pasados, empleados de una empresa de seguros y miembros de una iglesia los visitaron para llevarles alimentos y ayudarlos a realizar unas mejoras en la vivienda.

Un baño higiénico, una galería para pollos, tina de lavar y una estufa ahorradora de leña, fue lo que les donaron para que tuvieran una mejor calidad de vida. Al llegar al lugar, el equipo de DIAaDIA observó muchos juguetes colgados del techo de la casa. Por el buen estado en que se encontraban, se podía percibir que nunca los habían usado, menos sacado de los paquetes.

Al consultar por qué estaban colgados, la respuesta fue que no se los daban a los niños porque después se los llevaban los duendes. Poco a poco el reportero de DIAaDIA y una funcionaria del Ministerio de Desarrollo Social de La Chorrera, quien asistió a la gira, bajaron los juguetes y se los entregaron a los niños, quienes no dudaron en empezar a jugar. Una de las niñas más grandes dijo que los juguetes tenían más de un año colgados del techo.

Las donaciones fueron de gran ayuda para los Chirú, pero aún necesitan mucha ayuda; las niñas más grandes solo han llegado hasta noveno grado. Además, la casa no tiene paredes.

 
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