Los loros son parte de la familia, y una vez que hablan y hacen monerías, son la alegría de muchos hogares. Al igual que cualquier miembro de la familia, a éstos se les debe cuidar con esmero.
No deje que nadie asuste a su loro, porque éste tiene la memoria de un elefante y todos los sucesos que pasen a su alrededor los grabará en su mente, lo malo y lo bueno. Un loro espera todo de usted, es como su "Dios", y necesita una atención constante. Si no es así, psicológicamente se frustrará y no comprenderá por qué hay días que le deja salir de la jaula y días que no. Es importante que coloque muchos juguetes en la jaula, porque cuando usted no le puede prestar atención, él se mantendrá ocupado jugando con ellos. Trate de sacarlo y juegue un rato con él. Enséñele buenos modales. Para ello, debe tratarlo con paciencia, cariño y firmeza.
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