La estimulación es un proceso natural, por la cual el infante sentirá satisfacción al descubrir que puede hacer las cosas por sí mismo. Permite un mejor desarrollo emocional y de las destrezas a través de la repetición, el juego libre, la exploración y la imaginación.
Durante la estimulación, se ayudará al bebé a adquirir y desarrollar habilidades motoras, emocionales y afectivas; también permitirá estrechar una relación amorosa y positiva entre los padres y el niño.
Actualmente, la Universidad Especializada de las Américas celebra la Semana de la Estimulación Temprana y Orientación Familiar (ETOF), con el fin de promover el desarrollo de actividades científico-culturales y la divulgación de la carrera de ETOF.
La coordinadora de la Carrera de Estimulación Temprana y Orientación Familiar, profesora Ángela Collado, recomienda a los futuros padres hacer énfasis en el afecto, porque todos los problemas de conducta que se tienen en la niñez temprana están relacionados con la deficiente relación afectiva de los padres.
Desde el vientre, debe hablarles y cantarles, esto incluye a toda la familia. Cuando el niño nace, se le debe relacionar lo más pronto posible con su entorno y su familia. Para que pueda desarrolla mejor sus capacidades motoras, desde los dos meses, lo mejor es ponerlos en el piso, no se recomiendan ni andaderas ni corrales; tampoco debe tenerlo todo el día cargado. Permitir al niño interactuar con su medio ambiente, lo hará más resistente y sano. El contacto a través de la caricia le transmite al niño una sensación de seguridad; por eso las estudiantes aprenden técnicas, para practicarle a los niños masajes de relajación.
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