Una información clasificada llevó a los agentes de narcóticos de la Policía Técnica Judicial hasta el cuarto de un hotel de David, para una verificación sobre un cargamento de sustancias ilícitas.

En la habitación se encontraba el ciudadano chileno, Luis Ernesto Mandaris Navarro, de 47 años, y las panameñas Karina Maite y Lisbeth Rodríguez, además de un niño, hijo de una de las nacionales que son hermanas.

Allí se descubrió que el equipaje presentaba un doble fondo que contenía aproximadamente siete kilos de la droga conocida como heroína, con un valor de 30 mil dólares por kilo en Panamá y de 100 mil en Estados Unidos.

Aunque el Inspector Héctor Wong, Jefe de la PTJ de Chiriquí, mencionó que tienen sospecha que esta droga tenía como destino los Estados Unidos, como en la mayoría de los casos en donde se busca el buen precio que se paga por este tipo de mercancía.

Sin embargo, el ciudadano chileno manifestó que las maletas las debía entregar en la ciudad capital, al tiempo que afirmó desconocer a la persona que le entregó las maletas, donde iba la droga, en la provincia de Bocas del Toro.