Sigue superándose. El ánimo de un padre son sus hijos, por lo que el señor Pompilio Castillo Pinzón, quien vive en Ciénega Larga de Natá, sale todas las mañanas a trabajar en la División del Ministerio de Obras Públicas de Coclé, pensando en ellos y en sus ocho nietos. Desde pequeño, Pompilio tuvo que ayudar a su padre en las tareas agrícolas, lo que evitó que fuera a la escuela, que quedaba muy lejos. "Si llovía llegaba a la escuela con lodo hasta las rodillas y la ropa mojada", contó.
Su familia siempre fue muy pobre, pero muy numerosa. Pompilio es el mayor de 18 hermanos, a los que tuvo que cuidar y mantener al igual que a su padre, quien cuando él tenía 17 años cayó enfermo. La familia se sostenía de la venta de miel y guarapo.
Pompilio se casó a los 19 años y, gracias al cultivo de la tierra, alimentó a sus seis hijos. El mayor ya tiene 34 años.
Su primer trabajo formal lo realizó en el ingenio La Estrella, cortando y empaquetando caña; después, laboró en los ingenios La Victoria y Santa Rosa, donde era palero, limpiaba sequías y sembraba cañas.
SUEñO POR CUMPLIR
A pesar de que tiene 61 años de edad, el señor Pompilio siempre guardó su sueño para hacerlo cumplir algún día, que es escribir y leer.
Desde hace un año, todos los martes, Pompilio recibe sus clases, por lo que ya sabe firmar. Antes, sólo usaba el dedo.
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