Por falta de espacio, ayer no tuve oportunidad de expresar mi opinión con relación a las incidencias que generó el partido entre Panamá y El Salvador por las eliminatorias mundialistas.

Vigente aún el tema, por el hecho de que dentro de cinco días nuestro seleccionado tricolor volverá a enfrentar con la mínima ventaja de 1-0 al combinado cuscatleco en su tierra, no puedo dejar pasar inadvertidas las palabras del seleccionador mexicano Carlos De Los Cobos, con respecto al juego de Panamá.

Y es que si bien esperábamos más de Panamá, porque nos gusta ser exigentes, incluso con nosotros mismos, tampoco puedo aceptar que este señor venga a decirnos que "el estado de la cancha favoreció el estilo de Panamá, porque éste no pasa por una estructura de juego, y acá sólo se juega al pelotazo". Ahí, Guimaraes fue más humilde al decir que "el problema de la cancha fue para los dos equipos".

Señores, recuerden que Panamá ya no es la misma de antes y en el partido claramente se vio que la tricolor tuvo más oportunidades de anotar, pero fue precisamente la propia condición de la cancha la que lo impidió. Pero, no sólo eso, porque Panamá también tocó balón y eso lo demostró en el primer tiempo de juego. Entonces, no nos menosprecien. Los jugadores panameños están conscientes que la eliminatoria aún está abierta y eso es bueno, porque a El Salvador viajarán sabiendo que deben ganar.