Hace algunos años, la esperanza de las personas que vivían en el sector este del país para llegar temprano a sus casas, era la ampliación de la carretera Arraiján - La Chorrera y la construcción del puente Centenario. Hoy eso es una realidad, sin embargo, llegar a casa sigue siendo una odisea, aunque no han minimizado los tranques, ahora al problema se suma la falta de buses para ir a Arraiján y La Chorrera. Las largas filas son interminables en la terminal de buses, hay que esperar que vaya y venga. Las rutas no pueden satisfacer la demanda de transporte. Hemos quedado en lo mismo.