A pocos días de terminar la "Patria Nueva", el caos se le viene encima.
Jesús Simmons
| DIAaDIA
Decepcionados. Ante la inoperancia del Gobierno, los panameños sienten que están en un agujero negro, en donde no se sabe cómo van a terminar las cosas en el país.
Un claro ejemplo de la falta de respuestas a los problemas sociales son los 62 días que llevan los indígenas Naso en la Plaza de la Independencia, en Catedral, reclamando sus tierras.
En todo este tiempo, los indígenas no han recibido ni siquiera una gota de agua del Gobierno, a pesar de que están a pocos metros de la Presidencia.
Tony Vargas, uno de los dirigentes, siente que el Gobierno no les va a responder, porque ya está saliendo del poder, por lo que pondrán sus esperanzas en la nueva administración.
Otro grupo que se siente olvidado y que no ha recibido respuestas es el de los familiares de los envenenados con el dietylenglicol.
A 32 meses de la tragedia, Gabriel Pascual, dirigente del Cómite de Familiares de los Derechos a la Salud y la Vida, siente que no se les ha hecho justicia.
A esto se suman los 32 días que pasaron los docentes chiricanos que reclamaban una plaza permanente de trabajo, basados en un acuerdo presidencial.
Ni hablar de los 38 días que estuvieron en la capital los taxistas chiricanos que reclamaban un cupo y que se devolvieron a su provincia con la promesa de que se les iba a resolver su situación.
Lastimosamente, su dirigente Edwin Caballero confirmó a DIAaDIA que aún esperan la entrega de los 45 cupos que les prometió la Autoridad del Tránsito.
Para el sociólogo Iván Quintero, coordinador de la Unidad Investigativa de la Escuela de Sociología de la Universidad de Panamá, todas estas situaciones se deben al resquebrajamiento de la institucionalidad, de la sociedad y del Estado. Precisó que esto ha provocado que los grupos organizados y los no organizados estén respondiendo con el incremento de las protestas.
Manifestó que las denuncias de corrupción hechas en los últimos 15 días han demostrado el alcance que ha tenido en el Gobierno y lo peor es que la gente no encuentra una respuesta a estos problemas, ni siquiera del Presidente por el que votaron.
Ante esta situación, el sociólogo dijo que esto explica que la gente se pregunte qué ha pasado, por lo que la sociedad en estos momentos es como "una olla de presión" que puede estallar en cualquier momento, lo que incrementaría la violencia en el país.
RECLAMO
Según Quintero, el pueblo exige mayor participación ciudadana y respuestas del Gobierno.