Afirman que su apertura no es viable. (Foto: CORTESÍA)
Yanelis Domínguez
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Podría ser el principio del fin. Cientos de hectáreas tendrían que ser tumbadas de los bosques nativos del Darién, esto para construir una carretera que comunicará a Panamá con el resto del continente.
El ingeniero agrónomo, Paúl Pinzón, dijo que las consecuencias de aprobar esta iniciativa tendría un impacto tan grande en el ambiente, pues al crear esta vía la entrada ilegal de personas aumentará, se volverá escasa la alimentación y desaparecerá parte de biodiversidad del lugar.
Otras de las consecuencias mencionadas por Pinzón es la entrada de la fiebre aftosa y otras plagas que son muy común en los países de Sudamérica, sin dejar atrás a los narcotraficantes que verán este paso como una mejor forma de delinquir.
Darién fue declarado Reserva de la Biosfera en 1983, por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Culturización (UNESCO), por su riqueza forestal y la actividad turística que se desarrolla en el lugar.
Por esto, el tapón del Darién ha sido históricamente un punto añorado para los países que buscan expandir sus mercados sin pensar en la afectación que esto tendría en el mundo.
Según las referencias proporcionadas por el ingeniero, desde 1990 hasta el 2000 las selvas de Darién han tenido una reducción increíble de los bosques y este es uno de los motivos por los que el clima en Panamá está cambiando.
El interés por abrir este tapón ha llegado a los países vecinos como Colombia, que ha pedido en múltiples ocasiones que abran esta zona por medio de la construcción de la carretera o ruta Panamericana.
Esta información fue compartida ayer en un foro que organizaron estudiantes de la Facultad de Humanidades, específicamente de la Escuela de Turismo Geográfico.