Qué... ira sentí al leer uno de esos tantos mensajes de reenvío que se recibe a través de la Internet que decía "atención féminas: con la llegada del Mundial quedan totalmente suspendida las citas, idas a comer, desayunos y almuerzos de pareja, también queda prohibido molestarse, enojarse o protestar durante alguna hora de partido de fútbol". En ese momento, pensé junto a un grupo de mujeres que también habían leído el correo, "¡Dios mío!, nuestra rival, la pelota, ataca".
Y es que quién no se ha molestado cuando un domingo, que promete ser el día de descanso, en el cual se puede convivir, ir al cine o a comer y de repente, ¡zas!, "mi amor me voy a "birriar" una hora con los pelao's", y esa hora se convierte en tres.
¡Ahhh! Pero cuando nosotras queremos ver novela, ir de 'shopping' o al salón de belleza, ellos sí pueden protestar. No es justo. Nosotras sí podemos suspender alguna actividad que nos gusta por atenderlos a ellos. Ahora no me digan que es porque se trata del Mundial, que es cada cuatro años, porque con la Liga Española, la inglesa y todos los torneos de este deporte que exista en el ámbito mundial sucede lo mismo.
Y encima de todo muchas ponemos en práctica el dicho que dice "si no puedes con el enemigo, únetele". Y nos sentamos a ver los juegos, aunque sólo sepamos que el equipo de acá debe meter gol allá y el de allá acá, ¡jajajaja! Pero... aquí entre nosotras, también aprovechamos para ver a esos guapos que nos deleitan con esa musculatura y los famosos "cuadritos", que poco vemos porque muchos se esmeran en crear "circulitos". Lo que sí es verdad es que en el Mundial hay para todos los gustos, disfrútenlo de esta manera.