Roberto Durán recibió un emotivo homenaje. (Foto: Anayansi Gámez /EPASA)
Jorge Isaac Olmos M.
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Sesenta años no se fuman en pipa, y prueba de ello es que ayer Roberto Durán celebró su cumpleaños en grande.
"La Leyenda Viviente" agradeció a todos, principalmente a Pandeportes, que le ofreció un almuerzo en el Hotel El Panamá.
"Estoy viejo ya... son sesenta años y estoy contento con Felicidad, que me ha aguantado muchas vainas", dijo el "Mano de Piedra". Además, explicó que el hecho de que esté viejo no quiere decir que vaya a morir. "Yo voy a morir de viejo, caga'o, mia'o y chorria'o", sostuvo Durán, quien ayer vestía un elegante pantalón, camisa, saco y zapatos negros.
En el almuerzo le cantaron el feliz cumpleaños y mientras todos degustaban de un excelente menú, su amigo personal, Sócrates Lasso, apareció en escena con un "show" que incluyó música y chistes.
La interpretación inicial de Lasso fue la popular canción "Amigo de qué". Le siguieron una tanda de buenos chistes que obligaron a todos los presentes a salir del estrés de la vida diaria en Panamá.
Durán reía y seguía cantando las interpretaciones de Lasso, mientras la amena tarde proseguía.
Al terminar el evento, la leyenda se trasladó junto a sus amigos al pesaje de la cartelera Moreno-Parra, donde fue vitoreado y felicitado.
Las fotos no podían faltar, mucho menos los autógrafos ni las caras de felicidad de quienes podían obtener una fotografía al lado de la leyenda.
Al concluir el pesaje, Durán se subió a la báscula y acusó 182 libras, pero el juez de peso César Manzanares dijo: "Roberto Durán... 135 libras exactas", el peso ideal en el que consiguió ganarse el respeto de todos los seguidores del boxeo a nivel mundial.