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Mi hijo de seis años aún moja la cama, ¿es normal?


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La enuresis se soluciona en breve tiempo, siguiendo el tratamiento adecuado. El niño debe responsabilizarse de las consecuencias de mojar la cama.

  • Mi hijo de seis años aún moja la cama, ¿es normal?

    La enuresis se soluciona en breve tiempo, siguiendo el tratamiento adecuado. El niño debe responsabilizarse de las consecuencias de mojar la cama.

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    La enuresis se soluciona en breve tiempo, siguiendo el tratamiento adecuado. El niño debe responsabilizarse de las consecuencias de mojar la cama.

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Gaspar Aramis Da Costa Foster - Doctor

Mi hijo aún no deja de mojar la cama. Lo he llevado al centro de salud y el doctor me dijo que era enuresis nocturna, que lo único que tenía que hacer era esperar. Me irrita que moje la cama, lo veo como inmadurez. Le hemos dicho que no tome agua después de las 8:00 p.m., pero no nos hace caso. ¿Qué puedo hacer?

Se habla de enuresis nocturna cuando el niño presenta emisión incontrolada e involuntaria de orina durante el sueño después de los 5 años (edad en que se considera que el niño debería controlar sus esfínteres). Es un problema muy frecuente y tiene solución. No se desespere. No existe consenso en la literatura sobre la frecuencia de noches con escapes de orina necesaria para decir que un niño presenta enuresis (dos noches/semana, una noche/semana, dos noches/mes y como más aceptada, al menos 4 noches por mes). Parece sensato individualizar cada caso a la repercusión que los episodios tengan sobre el niño y su familia. Una noche mojada al mes parece inaceptable para niños mayores y adolescentes.

En general, hasta los 5-6 años de edad, los niños que mojan la cama "suelen tolerar" el problema. A partir de esta edad, y a medida que la enuresis persiste, tanto el niño como los padres lo perciben como un factor que repercute negativamente en su calidad de vida. Muchos niños lo consideran como un fracaso personal y evitan quedarse a dormir fuera de casa y que los amigos se enteren de que todavía mojan la cama. Sin embargo, la enuresis se soluciona en breve tiempo, siguiendo el tratamiento adecuado.

Este problema afecta al 20% de los niños de cinco años de edad. Tiene mayor incidencia en los niños que en las niñas. En las familias con padres que tuvieron enuresis, existe una alta probabilidad de que el hijo también desarrolle este problema (aproximadamente un 45%, si uno de los padres padeció enuresis, y casi un 80% si lo fueron los dos). La enuresis primaria es la forma más común de incontinencia urinaria entre los niños. Muchos de los niños con enuresis nocturna se orinan varias veces durante la noche. En solo un 1%-2% de los casos, la enuresis está vinculada factores orgánicos.

La enuresis no depende de la voluntad del niño, sino que se trata de un retardo para alcanzar el control de la micción, que puede exacerbarse o asociarse a ansiedad. Evite cualquier tipo de reproche, burla o castigo. No ponga pañales o pampers a su hijo, es una solución para usted, pero un daño para el niño, pues al no sentirse mojado se "acomodará" al problema y la enuresis se mantendrá por más tiempo. No restrinja excesivamente al niño la ingestión de agua. Además de ser molesto para el niño, le priva de las sensaciones y mecanismos necesarios para conseguir un control total de esfínteres. Levantar a su hijo por la noche para que orine no siempre es útil, ya que el momento en que el niño despierte no coincidirá con la sensación de vejiga llena por el niño. Puede ser un esfuerzo inútil y se dificultará que el niño aprenda el reflejo de la micción. El niño debe responsabilizarse de las consecuencias de mojar la cama. Haga que el niño coopere retirando las sábanas mojadas, cambiándose de ropa... Utilice sistemas de recompensa como los gráficos de estrellas para las noches secas. No transmita al niño su preocupación por el problema. En vez de ello, póngale solución.

Cuando la enuresis es fuente de una importante tensión emocional, pueden estar indicados medicamentos para el manejo de los síntomas de ansiedad del niño, prestando la atención adecuada a las posibles causas, es decir, a los aspectos emocionales. Se deben distinguir entre los trastornos de origen neurológico y psicológico, que abarcan la gran mayoría de los casos. En el caso de su niño sería importante analizar su nivel de maduración y qué significa para su niño y usted la lucha por el tema de la enuresis. A veces los padres con su ansiedad contribuimos a que continúe el problema. Se requiere el apoyo de un pediatra y/o equipo de salud mental.

El tratamiento puede consistir en el uso de la medicación apropiada. Durante muchos años se ha utilizado la imipramina para el manejo de la enuresis. Con el tiempo este tratamiento ha caído en desuso en pro de otros medicamentos. El concepto era modificar el ánimo del niño, así como la dilatación de la vejiga que está íntimamente relacionada con la capacidad de contención y vaciamiento de la misma. También existen una serie de prácticas, orientadas a desarrollar los músculos del piso pélvico (ejercicios de control del chorro urinario), así como ciertas conductas que previenen la enuresis nocturna. Existen diferentes tipos de alarmas contra mojado de cama, que se activan cuando se inicia la micción nocturna y despiertan al niño. Algunos estudios muestran resultados favorables para estos métodos. Su médico deberá ayudarla a elegir el mejor para su niño.

Lo más importante es no desesperarse al hacerlo, agrava el problema.

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