Qué tal Moza, te escribo porque necesito que me ayudes ofreciéndome un consejo. Lo que me pasa no es tan grave, como muchas de las cosas que te escriben. Soy una chica de 22 años que está saliendo con un hombre de 38 años. Todos mis amigos dicen que estoy loca y que salgo con él por dinero, pero no es cierto, siempre me han atraído los hombres maduros, y con él es especial.Te puedo jurar que siento que lo amo, y es que me trata como una reina: es dulce, divertido, inteligente, atento y no piensa en pajaritos preñados como muchos chicos de mi edad.Te escribo, porque hace una semana me propuso matrimonio y todavía no le he dado mi respuesta. Aunque me alegré enormemente, me gustaría escuchar el consejo de alguien con más experiencia. Te cuento que me regaló tremendo anillo de compromiso y me llevó a comer a uno de los mejores restaurantes del país; pero lo que me causó nostalgia es que el mesero, cuando él se fue al baño, se acercó a mí para preguntarme si quería pedirle algo de tomar a mi padre. No quiero que eso me pase, pero creo que es imposible. Dame un consejo, por favor. Chao, María Isabel.

Ten cuidado con esos sentimientos

Qué tal María Isabel, me alegra que sientas que mis consejos te pueden ayudar a tomar una decisión. Creo que lo que te sucedió ese día, es algo a lo que le debes prestar mucha atención, sobre todo porque no será la primera vez que te suceda. Recuerda que ese hombre, por unos escasos seis años, te dobla la edad.

Lo debes hacer es relajarte y analizar muy bien la situación, pues el paso que vas a dar es muy serio.

Piensa en los pro y contra de la edad de ese hombre, y si al final descubres que sólo a su lado puedes ser feliz porque lo amas y tiene todas las cualidades para lograrlo, sigue adelante.

No olvides que ese hombre se casará contigo y no con tu familia, amistades, conocidos o extraños. Con eso te quiero decir que eres tú quien debe sentirse bien y no los demás. ¡Suerte!