Nació en Río Abajo, pero toda su vida ha vivido en Bocas del Toro. Jaime Carter ha dedicado gran parte de su vida a la enseñanza; sobre todo en áreas de difícil acceso en la comarca Ngöbe Buglé.

Carter es un joven de 33 años, es un fiel creyente de que la verdad es hija de Dios, y por eso siempre la lleva por delante. A esta virtud se le une un sentido del humor envidiable, que hace que sus clases en el lejano Kankintú sean más amenas.

Este docente aseguró que le gusta dar materias preferiblemente a quinto y sexto grado, porque son los grados donde el estudiante define si quiere ser alguien en la vida. Puntualizó que aunque al principio los niños se sentían intimidados por su color, hoy lo quieren mucho.

Uno de los hechos que más recuerda con cariño fue cuando cumplió años. Jaime relató que nunca se le ha hecho un cumpleaños; no obstante, sus estudiantes le llevaron pescado y toda clase de comidas, a pesar de sus limitaciones económicas. Este hecho, dijo, le causó tal emoción que no pudo contener las lágrimas.

Indicó que siempre les dice que su color no ha sido un impedimento para triunfar, y en días pasados descubrió que este consejo no les pasa desapercibido, sobre todo cuando una niña le dijo: "maestro, aunque usted es mercro (negro en lengua Ngöbe) y pudo, yo también sé que voy a poder", relató.