En ocasiones la vida para muchos parece ser injusta; sin embargo, no podemos reprochar lo que Dios nos da. Éste es el caso de una niña en Colón que a sus escasos cinco años no ha podido desarrollarse como otros pequeños.
Se trata de María Fernanda Flores, quien sufre de microcefalia, una enfermedad que consiste en que el crecimiento de su cráneo está determinado por la expansión cerebral.
Su cabeza no ha crecido desde que su madre, Mariana Saldaña, la trajo al mundo, pero su cuerpo sí se estira conforme pasa el tiempo.
Lo peor de esta historia no es sólo la enfermedad, sino las condiciones de vida que lleva la menor, que ha conocido el dolor y las limitaciones económicas de sus padres que no pueden proporcionarle la ayuda más mínima.
María Fernanda toma leche Nestógeno, que es la recomendada en su caso, pero hay días donde sus padres Otilio y Mariana se la ven con muchos percances para comprar una lata y otros alimentos que ya puede comer a su edad.
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