ENTRE NOS
Sólo gracias

Elizabeth M. de Lao | DIAaDIA

Estuve en un encuentro de mujeres periodistas. Muchas de ellas representaban a países que, por su religión y su cultura, tienen relegada a la mujer y no le dan el lugar que le corresponde, aunque ellas se lo han ganado a pulso. Aun así, no pueden expresarse con toda libertad frente a los hombres.

Una chica de Burundi me llamó la atención. Ella se preguntaba cómo podíamos hablar de libertad de expresión, de los derechos de la mujer y del libre ejercicio profesional si no nos preocupábamos por aquéllas que han sido violadas, encarceladas y maltratadas por ejercer su profesión en sus países de origen.

Ellas viven en un mundo de machos, mientras que nosotras vivimos en un mundo donde hombres y mujeres se complementan y tenemos derechos como individuos.

Y justo allí es adonde quiero llegar. Nosotras, acá de este lado del mundo, damos todo por hecho. En ese encuentro, todas hablamos de lo que nos costó llegar a posiciones de jefatura, de lo que hemos tenido que demostrar para que nos tomen en cuenta, y otra serie de verdades propias de las mujeres.

Pero, ¿saben qué? Nunca hablamos del hombre que tenemos al lado, ese que nos complementa y sin cuyo apoyo, no sería posible lograr un equilibrio como seres humanos ni como profesionales.

Hoy no quiero escribir de aquellas mujeres vejadas, quiero hablar de aquellos hombres que, siendo nuestros esposos y padres de nuestros hijos, nos comprenden, nos complementan, nos apoyan y nos aman. Eso nos da paz, equilibrio y sabiduría. Por eso, éste es un tributo a mi esposo, con quien ayer celebré el Día del Padre, por ser mi fortaleza y, muchas veces, mi guía, pero sobre todo, por ser el mejor padre que cualquier hijo pudiera tener. Hoy es buen día para darle gracias, y exhorto a todas las mujeres que hagan lo mismo con el suyo... si también se lo merecen.

Ciudad de Panamá 
Copyright © 1995-2007 DIAaDIA-EPASA. Todos los Derechos Reservados