Zlatan Ibrahimovic es el arma letal de Suecia. (Foto: EFE)
Innsbruck
| EFE
Uno de los dos se irá... Rusia, la selección más joven del torneo (26.26 años de promedio) se enfrenta hoy a las más veterana, Suecia (29.36) con una plaza en los cuartos de final como premio y las dudas que despiertan la condición física de sus jugadores como temor.
El conjunto ruso que dirige Guus Hiddink ha recuperado la moral tras derrotar a Grecia, y eliminar a la actual campeona, en un encuentro que estuvo precedido por la "arenga" del técnico holandés a sus jugadores, a los que hizo ver que no pueden ser tan inocentes como se mostraron en la primera jornada contra España.
"En un torneo de estas características, si creas seis ocasiones claras tienes que marcar tres", señaló Hiddink, en referencia sobre todo a Roman Pavlyuchenko, el "gigante dormido" capaz de lo mejor y de fallar los goles más sencillos.
El entrenador holandés recupera para este partido al añorado Andrei Arshavin, la estrella de la selección que cumplió los dos partidos de sanción que le impuso la UEFA, por su increíble expulsión ante Andorra, en la fase de clasificación.
La entrada del media punta del Zenit compensa, en cierto modo, las molestias que sufren el defensa Yuri Zhirkov y el centrocampista Diniyar Bilialetdinov, que se han entrenado a un menor ritmo.
En Suecia la preocupación, mientras, es la rodilla de Zlatan Ibrahimovic. El mejor jugador sueco ya tuvo que ser sustituido en el descanso de su encuentro contra España y su selección se quedó sin ataque.
Sin "Ibra", Suecia no supo más que defenderse y terminó por perder por el gol de David Villa en el último momento.