Falta poco. Tres horas duró la audiencia preliminar contra Ronaldo González Arias y Rubén Darío Robert Gómez, conductores de los "diablos rojos". Ambos están implicados en el accidente que ocurrió el 15 de marzo de 2008 en la vía Transístmica, que dejó dos muertos (José Gálvez Rivera y Emmanuel Enrique Santos), además de 31 personas heridas.

Con sus manos entrelazadas y pidiendo justicia llegó a la sala de audiencias Secundina Hernández, quien quedó viuda por este hecho. Ella expresó que durante este año la situación en su casa cambió, porque su esposo era el que llevaba el sustento.

Por otro lado, Jennifer Maclare, quien viajaba en uno de los buses, narró que ese día realizaría un trabajo extra y antes de que ocurriera el accidente, las personas le gritaban al conductor: "no llevas animales en el bus". El "secretario" iba en la puerta y lo único que le decía al conductor era "cueréalo", narró Maclare, quien agregó que ante el clamor de los usuarios lo que hicieron fue subirle el volumen a la música. Posteriormente, solo sintió cuando el bus empezó a dar vueltas.

Otro afectado del accidente es Yariel Sánchez, quien perdió uno de sus brazos y ayer solo pidió justicia.

Un poco callada estaba Basilia Santos, madre de Emmanuel Santos, quien murió en el accidente. "Mi hijo merece justicia", expresó.

Se conoció que los dos sindicados ofrecieron disculpa a los presentes, pero admitieron que son inocentes de los cargos de homicidio culposo.

La juez Undécima del Circuito Penal, Josefina Sclopi, realizó un proceso abreviado y se acogió al plazo de 30 días para imponer la condena. Los dos conductores huyeron de los medios de comunicación al salir de la audiencia.