Los moradores de San Joaquín en Pedregal añoran aquellos años cuando los vecinos se llevaban en perfecta armonía, cuando las pandillas no estaban ganando terreno.
Sin embargo, "somos más los buenos", dijo un líder religioso del lugar a este medio, quien lamenta cómo los problemas de las cárceles están repercutiendo afuera.
Y es que, a pesar de que en el lugar se vivía una aparente calma, ahora, la Policía está "ojo al cristo" tratando de que los delincuentes no ganen la batalla.
Para esto, líderes comunitarios también están haciendo su esfuerzo y como explicó Carlos Méndez, quien trabaja de lleno en la comunidad, están tratando de llegar a los jóvenes miembros de pandillas mediante programas de resocialización para disminuir la ola de violencia. Solo hace falta el apoyo de la comunidad.