La hierba los está afectando. Varios equipos, particularmente de Francia, se quejaron por la sequedad de los terrenos de fútbol portugueses, al igual que de su densidad, que frena el ritmo de juego. "El césped es muy espeso. Da la impresión de ser una mezcla de césped natural y sintético. Hemos pedido que lo mojaran una hora antes de cada partido para acelerar la circulación del balón, pero la UEFA se negó", dijo Henri Emile, del equipo francés.
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