Lo que la gente comenta por ahí es que el Artes y Oficios se ha convertido en un problema, y todos se salen con la solución más fácil: cerrarlo.
Es más fácil, porque el problema real está es en las casas de donde vienen esos chicos. En los barrios marginados donde se vende la droga por todas partes, y los papás enseñan a sus hijos las artes del puñal y la maldad.
Aún así, los padres de familia y profesores no deben cruzarse de brazos.
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