Tiene buen humor y mucho carisma. (FOTO: ROBERTO BARRIOS)
Viola Guevara Gallimore
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Cocinó para militares. Cuando tenía siete años, Andrey Ordóñez veía a su mamá hacer tamales y morcillas. Fue entonces cuando que se dio cuenta de que le gustaba la cocina.
De su padre no recibió apoyo alguno para convertirse en chef, a tal punto que lo inscribió en una escuela militar, pero como dicen por ahí, "el destino está escrito", ya que Andrey asistió a la escuela y era el cocinero de todos los jóvenes que se entrenaban como militares en Colombia.
Actualmente cursa sus estudios de artes culinarios en la Universidad Interamericana y, junto a Carlos Alba, elaboró su receta para participar por primera vez en un concurso.