Adolfo José Ábrego es un padre de tan solo 24 años y empezó esta faceta de su vida a los 18 años, ya que la madre de su hijo los abandonó cuando éste tenía 22 días de nacido y desde ahí se ha encargado de criarlo y protegerlo.

Rodeado del amor de la familia

Cada año se encarga de celebrarle el cumpleaños a Joseph, su adorado hijo, y trata siempre de que esta criatura no sienta la ausencia de su madre, ya que solo la ve una vez por semana, y procura que el amor de familia sea lo más importante en la vida de su hijo, manifestó Adolfo.

LUEGO DEL EMBARAZO

DIAaDIA conoció que Adolfo se enteró de que su pareja estaba embarazada cuando ya tenía como seis meses de embarazo, y desde ahí se hizo cargo de ella durante el resto de la gestación hasta el momento del parto.

Pero días después de que el niño nació, la chica lo abandona y le deja al bebé. Se informó que la joven se regresó a la casa de sus padres.

Desde ese momento, Adolfo Ábrego ha visto crecer a su hijo solamente con la ayuda de su madre (abuela del niño), quien lo ha cuidado mientras este abnegado padre trabaja para garantizar el sustento de su hijo.

UNA PRUEBA MAS

Hace un año, este papá tuvo un problema legal con la madre del infante, ya que esta se llevó a Joseph para la casa de ella sin el permiso del padre y trató de quedarse con el menor.

Esto obligó a Adolfo a interponer una demanda legal ante el Juzgado de la Niñez y la Familia, además mediante abogados y testigos que conocían de esta historia, logró ganar el caso y que un juez le diera la patria potestad del pequeño.

Joseph Ábrego, como se llama el menor, está en el kínder del CEFACEI del Valle de Urracá, y adora a su papá, tanto así es que afirma que quiere ser como Adolfo.

Actualmente este chico trabaja en la construcción en la parte de electricidad y está terminando la Licenciatura en Sistema Eléctricos y Automatización en la Universidad Tecnológica de Panamá.

Ábrego reveló a DIAaDIA que una de sus grandes satisfacciones es darle a su hijo todo lo que necesita, además de ofrecerle lo que él nunca tuvo en su infancia.