A los padres

Redacción | DIAaDIA

Hace ya un tiempo, le ocurrió a un padre lo que puede ocurrirle a cualquiera hoy, que se celebra en Panamá el Día del Padre.

Un hombre castigó a su pequeña hija de tres años por desperdiciar un rollo de papel dorado para envolver regalos.

El dinero le era escaso en esos días, por lo que explotó en furia cuando vio a la niña tratando de envolver una caja.

A la mañana siguiente, Día del Padre, la niña regaló a su papá la caja envuelta y le dijo: "esto es para ti, papito".

El se sintió avergonzado, pero cuando abrió la caja y la encontró vacía, otra vez gritó molesto: "¿acaso no sabes que cuando se le da un regalo a alguien se supone que debe haber algo adentro?".

La pequeña volteó hacia arriba el rostro y con lágrimas en los ojos le dijo: "¡OH, papito, no está vacía! Yo soplé besos dentro de esa caja y todos son para ti. No tenía dinero para comprarte otro regalo".

El padre se sintió morir; rodeó con sus brazos el pequeño cuerpo de su hija y le suplicó que lo perdonara.

Dicen que el hombre guardó esa caja dorada cerca de su cama por años y que siempre que se sentía derrumbado, tomaba de ella un beso y recordaba el amor que su hija había depositado ahí.

De alguna forma, cada uno de nosotros hemos recibido alguna caja llena de amor incondicional y de besos de nuestros hijos, amigos, familia, o de Dios.

Nadie podrá tener jamás una propiedad más grande y hermosa que esa.

Si hoy, padres panameños, reciben una caja así, consérvenla para siempre, porque puede ser su bálsamo de amor cuando más lo necesitan.

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