Ojitos tristes
A pesar de su problema, Marjorie tiene entusiasmo para jugar y reír con sus vecinitas. (Foto: Alexander Santamaría / EPASA)

Evidelia Velásquez | DIAaDIA

A sus cortos seis años, Marjorie Atencio tiene un largo y triste camino que recorrer. Hace un año perdió su ojo izquierdo en un accidente doméstico en el sector de La Providencia, en Don Bosco, San Miguelito.

Pero a pesar de su pérdida irreparable, Marjorie, sin complejos, no ha dejado de ser la niña alegre y cariñosa que todos conocen. Además, es excelente estudiante, de la escuela Don Bosco, donde cursa el segundo grado.

UN DIA TRISTE

Marjorie observaba a su abuelo limpiar pescado con un machete, cuando de pronto sintió que algo le cayó dentro del ojo. Fue llevada al médico, donde le practicaron una pequeña operación, que después se transformó en el verdadero problema.

A la niña se le inflamó tanto el ojo, que le provocó una fuerte infección y terminó perdiéndolo completamente, y en su lugar le colocaron una prótesis ocular, explicó un poco triste Edilma Arango, su madre.

LAMENTABLE

Aún su madre se pregunta si la pérdida de la vista de su hija fue por negligencia médica.

Lo cierto es que ahora sus padres tienen que gastar unos 30 dólares semanales en compra de medicamentos, que deben aplicárseles para evitar que adquiera otra infección.

Sus padres anhelan una beca para Marjorie, dinero que les servirá para solventar las medicinas que el Seguro no proporciona.

SOLIDARIDAD

Marjorie necesita las medicinas que tienen que comprar, como Prednefrin y Cliloxan, cada dos semanas.

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