Los pescadores de San Carlos, quienes tradicionalmente han estado divididos entre los de arriba y los de abajo, se unieron esta vez para enfrentar la furia del mar.
Los fuertes oleajes que se dan desde el pasado fin de semana en distintos puntos del país, han ocasionado daños materiales a sus pertenencias, pero se resisten a salir del lugar, porque allí está todo lo que tienen.
"Mis tres hijos los mandé donde mi mamá, pero yo me quedo aquí, porque si me voy perdemos todo", dijo Ofelia Samaniego, una de las afectadas del fenómeno que se da desde el domingo.
En Veraguas: Sólo embarcaciones de 40 pies de eslora deben navegar hasta que pase el riesgo de los fuertes oleajes, advirtió Alejandro López, director regional del SINAPROC.
Coclé: Se informó que siete casas se vieron afectadas por las olas. Cinco residencias de zinc fueron dañadas en Farallón y otras dos de barro destrozadas en Santa Clara.
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