Hay buenas nuevas. José Usedas, representante del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para Refugiados en Panamá (ACNUR), anunció que con la Ley 25 del 9 de mayo, dentro de cinco meses, entre 400 y 500 refugiados tendrán la opción de aplicar por la residencia permanente, luego de haber estado por 10 años en Panamá.
Por su parte, Kevin Evandro Sánchez, de Comunicación e Investigación del Servicio Jesuita a Refugiados (SJR), comentó que en Darién se ayuda a los refugiados con materiales para la construcción de una vivienda. Otra ventaja son los proyectos de economía solidaria, con los que ellos ponen su pequeño negocio autosostenible, a través de un fondo retornable. También se les da talleres y capacitación de derechos humanos, asesoría legal y se desarrollan investigaciones sobre este tópico. Estas iniciativas se ofrecen tanto en Darién como en el área de Curundú, en la capital.