Querían sacarle el aire a las llantas. (Foto: Alexander Santamaria / EPASA)
Jesús Simmons
| DIAaDIA
La historia se repitió. Cientos de panameños tuvieron que hacer peripecias para asistir a su de trabajo, ya que por el paro no había buses.
En la piquera de Veranillo ningún conductor movió un dedo. En Las Mañanitas, las unidades estaban estacionadas, pero los choferes brillaban por su ausencia.
Mientras que en Tocumen, l paro fue total y en la 24 de Diciembre sucedió lo mismo.
Las personas desesperadas debían viajar en pick up o busitos si querían llegar a su destino y pagar la tarifa de más de 50 centésimos.