Lo que más pescan es el camarón tití. (Foto: ERICK BARRIOS / EPASA)
Milagros Murillo F.
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Ponen su vida en peligro para ganarse el pan honradamente. Hace 16 años, Julio Madrid es pescador, él reside en Playa Leona de La Chorrera, y por ser este el oficio del lugar, eso es lo que se aprende desde muy joven.
Él tiene 32 años y contó que le gusta "tirar redes". Él, junto a otros pescadores del lugar, viaja hasta La Maestra, en Darién, para extraer los productos marinos como camarones, langostinos, pescados y conchas.
Comentó que lo más fácil es recoger conchas, porque cuando se pesca camarón, necesitan hasta pedir préstamos para pagar los gastos del viaje. "A veces no sale ni para pagar los gastos y hay que hacer otro viaje y cada uno puede valer hasta B/300.00. Lo que se gana hay que dividirlo entre los pescadores", dijo.
Cada viaje puede durar de dos a tres días, y aunque no es trabajo fácil el que realizan, las personas se arriesgan porque el pueblo de Playa Leona subsiste de esta faena. "Desde que tú sales de aquí, te olvidas de todo, se te puede voltear la lancha, te puede caer un rayo, uno está expuesto a la voluntad de Dios y de la naturaleza, porque uno nunca sabe", expresó.
Pues ellos salen de su casa y no saben si van a regresar, ya que podrían caer al mar o hasta ser chuzados por un pescado.
Julio recuerda cuando una vez estaban pescando langostinos y "el tiempo se puso feo" y con un fuerte viento, todos se asustaron. "A veces uno piensa que va a perder la vida, porque hay gente que no vuelve más".
"Yo les aconsejo a los muchachos que se preparen en la escuela, porque la pesca no es nada fácil, a veces se consigue, otras no y es mejor tener un trabajo fijo", recalcó.
COSTOS
Cada viaje puede costar unos B/ 300.00. Hay veces que no pescan lo suficiente para cubrirlo.