Adán Cedeño tenía 57 años. (Foto: OMAR BATISTA / EPASA)
Milagros Murillo F.
| DIAaDIA
Una vida por una pistola. Hace más de un año, Adán Cedeño, de 57 años, empezó a trabajar como guardia de seguridad en la panadería Liser Fu, en Villalobos, Pedregal. Él realizaba ese trabajo con el fin de que a sus dueños los delincuentes no les fueran a robar, pero él terminó siendo la víctima.
Luego de que el 28 de enero del 2008 los asiáticos fueran atacados por asaltantes, instalaron cámaras de vigilancia y contrataron a guardias de seguridad. Uno de ellos fue el señor Cedeño quien, a pesar que no le tocaba laborar en el turno de 12:30 m.d. a 8:30 p.m., por cosas del destino tuvo que ir y cuando le faltaba menos de una hora para salir, falleció, luego que antisociales le dispararan para robarle el arma de fuego.
"Fueron cuestiones de segundos", contaron los vecinos, pues los tres sujetos fueron directo a dispararle y cuando él cayó al pavimento, le quitaron el arma y huyeron.
La muerte de Cedeño no sólo causó conmoción entre los propietarios del local que dijeron que era muy buena persona, sino que su familia, que reside en el sector conocido como La Aldea N. 2, aún no asimilan la tragedia.
Ellos contaron que él sólo tiene un hijo que vive en Darién y que residía allí hace como cinco años cuando se unió y luego se casó. Hacía como tres años que trabajaba como guardia de seguridad.
En tanto, moradores del área mostraron su pesar asegurando que el pueblo es tranquilo, pero que gente de afuera llega a cometer delitos involucrando a sus residentes. "Uno sale de su casa y no sabe si regresará", expresaron.
VICTIMAS
Este mes, más de 30 personas han muerto en hechos violentos.