"Preferí no golpearlo para no tener un muerto en mi conciencia", fueron las palabras de Alexander Lucero, quien volvió a nacer luego que la grúa que conducía cayera desde la vía principal de La Cabima, al patio de una casa que estaba al fondo.

La señora Silvia Jurado, de 77 años, estaba cómodamente sentada en una hamaca cuando sólo escuchó el fuerte estropicio. "Yo sólo achurré los ojos, me paré como pude y no quise ni mirar para allá", expresó.

Fue una vecina la que corrió a auxiliar al joven, de 33 años, que increíblemente salió ileso del accidente. Alexander contó que venía de Cemento Bayano hacia Milla 8, a la empresa Venus Industrias, donde trabaja, pero cuando estaba por el sector 6 de La Cabima, justo en una curva, se topó de frente con un auto en el paño contrario y para no colisionarlo trató de esquivarlo. Sin embargo, al llegar a la orilla de la vía, como ésta no tiene hombro, se fue abajo, no sin antes chocar contra una parada.

La grúa de 60 toneladas de peso cayó sobre un árbol de mango y la ropa que la señora Silvia acababa de lavar. El momento fue propicio para que las personas denunciaran que los vehículos, sobre todo, los camiones, viajan a gran velocidad, poniendo en riesgo la vida de los peatones.

BUCO PESO

La grúa pesaba 60 toneladas y el peso influyó para que cayera al barranco.