
Esta pareja es un gran ejemplo para muchos.
Foto: Nayeli Williams
Esta pareja es un gran ejemplo para muchos.
Foto: Nayeli Williams
Esta pareja es un gran ejemplo para muchos.
Foto: Nayeli Williams
Este collar es una belleza.
Las chaquiras son compradas por los extranjeros.
Alcibiades mantiene comunicación son sus familiares.
Esta pareja es un gran ejemplo para muchos.
Foto: Nayeli Williams
Este collar es una belleza.
Las chaquiras son compradas por los extranjeros.
Alcibiades mantiene comunicación son sus familiares.
Esta pareja es un gran ejemplo para muchos.
Foto: Nayeli Williams
Este collar es una belleza.
Las chaquiras son compradas por los extranjeros.
Alcibiades mantiene comunicación son sus familiares.
Esta pareja es un gran ejemplo para muchos.
Foto: Nayeli Williams
Este collar es una belleza.
Las chaquiras son compradas por los extranjeros.
Alcibiades mantiene comunicación son sus familiares.
Esta pareja es un gran ejemplo para muchos.
Foto: Nayeli Williams
Este collar es una belleza.
Las chaquiras son compradas por los extranjeros.
Alcibiades mantiene comunicación son sus familiares.
Unidos por el cambio
Alcibiades es un joven empresario que cuenta con un puesto de venta de accesorios y artesanías en el Casco Antiguo. Está en la capital desde el 2005 y junto a Keyla llegó sin nada a la “selva de cemento,” a fin de emprender una nueva vida y comenzar un negocio de venta de artesanías.
Ambos recibieron el don de hacer hermosas obras de arte, aprovechando que los familiares desde muy pequeños les enseñaron a hacer molas, pulseras, carteras, sortijas y todo tipo de accesorios para la venta.
Empezaron de cero
La pareja, que en estos momentos está en espera de su primer hijo, comenzó su negocio desde muy abajo, ya que cuando llegaron a la ciudad no conocían nada sobre la forma de vida del capitalino, poco a poco empezaron a ahorrar a fin de comprar los implementos necesarios para comenzar a trabajar. Ambos unieron su amor por la confección de accesorios y crearon bellezas que hasta el sol de hoy son del deleite de muchos, en especial de los extranjeros.
“Hay días y hay días”
Alcibiades sueña con tener su propia casa, ya que en estos momentos vive en una casa de alquiler con su amada, pero por el momento está consciente de que no puede, ya que todo lo que gana es para el futuro miembro de la familia.
Asegura que todos los días se levanta a las 6:00 a.m. para llevar sus creaciones al Casco Antiguo y se va a eso de las 6:00 p.m. Reconoce que hay días malos y buenos, que por lo general son los fines de semana y días de quincena.