Es uno de los hombres más codiciados; por eso Melanie Griffith, su esposa, tiene que recurrir a todo para retenerlo, hasta a cirugías. Pero él no está de acuerdo y asegura que se ha cansado de decirle a Melanie que no se haga tantas locuras, porque él la quiere así. " Odio esa locura casi enfermiza por la belleza", dijo. Además, aseguró que ha tratado inútilmente de convencer a su esposa de que la encuentra atractiva tal como es y que no quiere que se opere más, pero admite que Melanie no lo escucha.
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