Esta semana se celebra la Semana de la Familia, es por eso que le daremos unos cuantos consejos para que usted pueda mantener la suya unida. Esta vez nos referiremos al perdón y los problemas que puede traer al hogar, si en vez de ofrecerlo se guarda rencor.
Amigo lector, lo primero que usted tiene que entender es qué es el perdón. Una respuesta sencilla es que perdonar no es más que liberarse de ese enojo acumulado por el rencor y el resentimiento.
Así que de ahora en adelante, si discute con su pareja porque entre ustedes no hay comunicación o se siente traicionado por algo que hizo, pero lo ama, no permita tirar años a la basura, perdonar sin condiciones, sincera y generosamente es la solución.
RECOMENDACIONES
Para poder llegar al perdón cuando se ha sufrido una ofensa, es conveniente tomar en consideración los siguientes puntos:
Aceptar el dolor: es importante que usted sepa que tratar de aparentar que no le importa es echarle tierra al asunto, pero debajo de esa tierra queda el resentimiento. Así que solamente reconociendo y aceptando el dolor se puede trabajar para eliminarlo de raíz. Evitar la competencia: en ocasiones se toma la actitud de si el otro me hizo, yo le hago. No se trata de ver a quién le va peor, pues esa es una actitud de: yo pierdo y tú también, que resulta autodestructiva y, por ende, lo lleva a la infidelidad. Valorar la ganancia, no la pérdida: Perdonar implica recuperar la paz interior, el equilibrio emocional. No olvide que al perdonar, la más beneficiada es la persona que otorga el perdón, porque se deshace de los sentimientos negativos. Buscar soluciones, no al culpable: lo importante al perdonar es encontrar la manera de restablecer la relación y mejorarla, en vez de identificar quién tiene la culpa de que las cosas no marchen bien. Evitar poner condiciones: recuerde, amigo lector, que cuando se ponen condiciones, se corre el riesgo de caer en el chantaje. No diga frases como: "Te perdono si tú haces esto o aquello", "cuando vea que cambiaste, entonces te perdonaré". Estos planteamientos implican una compensación o una especie de desquite y mantienen vivas las actitudes negativas. ¡No las utilice! Regalar en vez de cobrar: según los expertos, el perdón es un regalo, no es una factura que más tarde se va a cobrar. Perdonar implica decirle al otro: te perdono, sin pedir nada a cambio. Si se pide algo a cambio, si se cobra, ya no hay perdón, hay transacción. El perdón es como el amor, simplemente se da como un regalo, sin condiciones.
¿Y LOS HIJOS?
Bueno, es importante que usted recuerde que los hijos aprenden del molde que le enseñan sus padres. Ellos aprenden a distinguir cuando hay orden, cuando sucede lo correcto, cuando hay felicidad o infelicidad, por eso es importante crear hábitos. Los hábitos buenos conducen a virtudes, y los malos a vicios. No olvide entonces poner usted el ejemplo.
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