Un gol del veterano Henrik Larsson, en el minuto 90, cerró el Suecia-Inglaterra con un empate (2-2) en un partido interesante, emocionante, vibrante, físico y con garra, donde cada selección dominó durante un periodo, y que clasifica a ambos para los octavos de final; eso sí, los ingleses como primeros.
Inglaterra pasó a la siguiente ronda y consiguió su objetivo de evitar a la local Alemania. Se firmó un empate que servía a ambos antes del partido.
Steven Gerrard era el salvador de Inglaterra, y no ya por el gol que evitó, sino porque, a cinco minutos del final, anotó de cabeza tras un centro medido de Joe Cole. El triunfo parecía inglés, pero Suecia tiene casta y no se rinde. Suecia obtuvo el empate con el ex-barcelonista Larsson, que festejó así ser el jugador sueco que más partidos ha jugado en los mundiales (12). Un premio para él y para su equipo, por lo realizado en la segunda mitad y por no bajar nunca los brazos.
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