"Ser padre es lo más grande". De esa manera define Esteban Serracín la experiencia que inició hace 27 años, cuando vino al mundo su primer hijo, Esteban.

El acontecimiento lo obligó a trabajar doble en una fábrica de velas y, en la noche, transportando gente en un 'pick-up' a la comunidad de Ciudad Jardín Las Mañanitas.

A pesar de que la noticia de ser padre lo tomó por sorpresa, la emoción de serlo no lo invadió, sino hasta cuando vio en sus brazos a su primogénito, comentó el orgulloso padre. "Luego nacieron Yuliza, Liseth y José, mis otros hijos".

Con el apoyo de su esposa Gabina, Esteban compró un lote en el sector 3 de Ciudad Jardín, en Las Mañanitas, para fundar su hogar. Primero, de láminas de zinc, y luego, poco a poco, de bloques. Allí, con los valores que les ha inculcado su padre, han crecido sus cuatro hijos.

TRABAJA POR SUS VASTAGOS

El amor por su familia es el incentivo para completar su faena diaria, que dura unas 17 horas. Empieza a las 5:00 a.m., cuando se levanta para ir a su trabajo, en el que ya es jefe de planta y del que sale a las 3:30 p.m. Luego, conduce su taxi hasta pasada la medianoche para volver a su hogar, cansado, pero feliz por ver a sus hijos y a su esposa.