Ayer, la impotencia y la incertidumbre se apoderó de los familiares. (Foto: E. LEMON/H. GONZÁLEZ/J. SIMMONS /EPASA)
Carolina Sánchez P./Milagros Murillo F.
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Rivalidades entre dos grupos dejó 15 jóvenes con quemaduras. Todo comenzó ayer en la madrugada en la planta alta n.° 2 del Centro de Custodia de Arco Iris, en Tocumen, cuando sorpresivamente los candados de una de las celdas fue violentado, por lo que los menores de edad aprovecharon y fueron a quemar colchones frente a otra celda, causando afectaciones a otros jóvenes internos, quienes se quemaron e inhalaron humo.
Inmediatamente, las Unidades de Control de Multitudes (UCM) llegaron al lugar para calmar la situación, mientras que los jóvenes heridos fueron trasladados al Hospital Regional de la 24 de Diciembre, en donde recibieron atención médica. Posteriormente, fueron llevados al Hospital Santo Tomás (HST).
Néstor Vega Yuil, jefe del Cuarto de Urgencias del HST, explicó que acudieron 13 pacientes, de los cuales ocho fueron entubados al presentar quemaduras en las vías nasales y las afectaciones en la piel son de un 64%.
Los quemados se mantienen en la Sala de Cuidados Intensivos y en la Sala de Cuidado Intensivo General Quirúrgica.
A partir de las 6:00 a.m., justo cuando en los noticieros se informaban de lo ocurrido, en el Centro de Custodia Arco Iris, ubicado en Tocumen, fueron llegando familiares de los menores de edad, tratando de buscar información sobre el estado de salud de ellos.
Algunas mujeres ya no podían contener el llanto, pues la zozobra se hacía cada vez mayor al ver entrar el refuerzo de custodios y de los antimotines a este lugar.
ACTUAN IMPULSIVAMENTE
Para la psicóloga Iliana Machado, el hecho de que los jóvenes expusieron sus vidas al realizar incendios aun con el precedente ocurrido en enero pasado, en el que cinco jóvenes fallecieron quemados, es producto de los impulsos de la adolescencia, por lo que en el momento, no ven el riesgo de sus acciones; sin embargo, más adelante sí pueden reflexionar sobre lo que hicieron.
DEBERAN PAGAR
Los padres de familia deberán pagar por los daños que sus hijos hicieron en el centro.