
Los fronterizos se las vieron a gatas.
Foto: CORTESIA
Los fronterizos se las vieron a gatas.
Foto: CORTESIA
La riña tumultuaria se originó cuando los uniformados, que conducían a dos indocumentados cubanos para recibir atención médica, intervinieron en un pleito para separar a los contendientes.
Al verse superadas en números, las unidades tuvieron que pedir refuerzos, porque estaban siendo atacadas con piedras y palos por la multitud.
La turba dejó a once fronterizos con heridas leves por los golpes de las piedras y los objetos contundentes que les lanzaron.
Por su parte, Frank Alexis Ábrego, director general del Senafront, hizo un llamado a los residentes de Jaqué para que eviten esta clase de incidentes y así preservar la paz y tranquilidad de la comunidad.