Alvarado explicó que a las personas que tienen la protección de ser refugiado se les ofrece la no devolución al país del que vienen. “Ellos no salen por placer, sino por temores fundados de persecución, amenazas, su religión y en algunas ocasiones su estado no les puede brindar protección”, afirmó.
Cuando una persona llega al país de manera ilegal y es detectado por los oficiales de migración, solicita refugio, pasa por distintos filtros para admitírsele como refugiado. Esto dependerá de la explicación del extranjero, hay casos que duran uno o dos meses y otros más complicados que duran hasta un año.