Le ofrecemos un remedio eficaz para esos molestos callos en los pies.
Corte por la mitad una cebolla, hágale un agujero y llénelo con sal. Póngalo a reposar toda la noche o 12 horas en la nevera para que suelte su jugo la cebolla y la sal.
Después, aplique con un pincel sobre la dureza, deje unos minutos para que ablande esos molestos callos y después, frote con una piedra pómez.
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