A menudo se tiene una buena imagen de la pareja; pero cuando ésta comete un error, haciendo que la confianza se acabe, muchas veces es tan grande la ofensa que se vive constantemente en el pasado, recordando los errores cometidos por la pareja. No pierda tiempo en sacarle los trapitos al sol, y más cuando estas situaciones o engaños han surgido más de una vez. Cuando se pierde la confianza, aunque se pida perdón, no se siente la misma sensación que en el principio. Siempre hay una duda o una herida que no sana por completo y es ésta la que da paso a otros conflictos en la pareja.
Lo importante en estos casos es poder comunicarse maduramente y llegar a un mutuo acuerdo, fomentando un compromiso verbal ante el cual existan unas reglas claras y unas advertencias de las posibles consecuencias si este compromiso se rompe.
RECOMENDACIONES:
Identifique hasta qué punto está en disposición de brindar una oportunidad. Exprese bajo qué circunstancias y pautas podrían llegar a un acuerdo. Analice con la razón y no con los sentimientos. Busque ayuda y orientación profesional para que pueda aclarar sus ideas. Si va a perdonar, hágalo de verdad y no le recuerde a su pareja el error cometido a cada instante. Esto no es sano para usted ni para la relación.
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