Ni bala ni canyac
"Se llevaron mi alma, no tengo vida, estoy muerta ya", decía desconsolada la señora Ilda. (Foto: Alexander Santamaría / EPASA)

Denise Lara | DIAaDIA

"Sobrio y tranquilo", tal como su padre quiso, quedó el entierro de Héctor Antonio Ávila Whitaker, conocido pandillero que murió a causa de un tiro la mañana del pasado domingo. Amigos, familiares e, incluso, miembros de su pandilla, se dieron cita en la Parroquia de Fátima de El Chorrillo para despedirse de "Titi", como le decían.

Antes de iniciar las exequias, Héctor Ávila padre, expresó: "en este entierro no quiero olor a canyac, ni tiradera de balas, porque yo mismo los voy a denunciar. Él no es de la pandilla de los hombres, él ahora pertenece a la pandilla de Dios".

Aunque existía el temor de que miembros de la banda contraria fueran a formar problema, todo transcurrió con tranquilidad.

¡AYY "TITI", QUE DOLOR!

Al finalizar la misa, los hijos, la mamá y hermanas de Titi rompieron en amargo llanto, incluso, hubo desmayos. Llegado el momento de trasladarlo al Cementerio Amador, algunos amigos expresaron su deseo de llevarlo en hombros, pero por respeto a su hijo y con el fin de evitar problemas, el padre dijo un rotundo no, "yo no quiero bailoteo con el cuerpo de mi hijo".

NO ES EL UNICO Y PAGARAN

Héctor Ávila dijo haber perdonado a un tal "Iván", cómplice de la muerte de su hijo, a quien pagaron B/. 7 mil y quien se encontraba con él el día de su muerte. Iván es el único detenido por este caso.

Sin embargo, afirmó que al igual que su hijo, existen otras víctimas de los autores intelectuales de ese crimen, tales como "Papaya" y "Bembita", un niño de trece años que desapareció hace un mes por, presuntamente, haberles robado un fusil AK-47.

FUERTES DECLARACIONES

"Patricio Candanedo, tú, tú tienes la culpa de lo que pasó con mi hijo. Este señor, cuando a mi hijo lo condenaron apeló, pero para joderme a mí, porque él me había dicho a mí que (aquí habla de un exministro) estaba involucrado en el caso de los 3 mil fusiles AK-47 del buque Otterloo. Mira, lo que tú tienes que hacer es agarrar a todos los del narcotráfico y a la familia, ellos son los testaferros. Congela todas esas cuentas en la Caja de Ahorros de Balboa, se los estoy diciendo, los voy a dejar limpios porque a un hombre no se le mata así cobardemente".

Al consultar al Fiscal de Drogas, Patricio Candanedo, explicó que en ningún momento expresó tales declaraciones: "el señor Héctor Ávila fue a mi oficina a hablar del caso de su hijo y nada más".

Igualmente, aclaró que en ningún otro momento habló con él sobre el caso Otterloo.

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