Como no tenía un empleo, tuvo que buscar un sustento para poder mantener a su familia.

Cuando Venancio Gil empezó su negocio, lo encaminó al de las rosas. Hoy vende orquídeas, girasoles y margaritas.

La falta de dinero para comprarle leche a sus dos hijas y el desempleo, lo motivaron a realizar esta reflexión: ¿qué hago para sacar a mi familia adelante? Al momento recibió la respuesta, porque se le ocurrió la gran idea de vender las flores que toda su vida le habían gustado.

Al principio el negocio se tornó difícil, ya que las personas no lo conocían y era nuevo en el semáforo de la avenida Federico Boyd, donde esta ubicado su puesto de trabajo actualmente.

Al pasar el tiempo, fue ganándose la confianza de los clientes; ahora cuenta con su propia clientela, que lo llama para pedidos especiales. Tiene una forma muy particular de vender, hasta le fía a sus clientes frecuentes para que le paguen en la quincena.

Es buscado, además, para decorar apartamentos, casas y eventos especiales.

EL REMATE

Aunque tiene sus clientes fijos, como en todo negocio a veces las ventas no son buenas; pero él siempre trata de dárselas a precio de remate para que no se marchiten, así la pérdida es mínima.

Luego de haber entrado a este negocio, nunca ha intentado buscar trabajo.

Cada una de las rosas que vende cuesta B/.1.00, y los arreglos florales de girasoles, orquídeas y margaritas están en B/. 5.00.

Entre risas, dijo que jamás se ha arrepentido de no tener un trabajo donde le paguen seguro social o un trabajo de oficina, porque esta actividad ha sido lo mejor que le ha pasado para llevar el sustento a su familia.

BENDICIONES

Está agradecido con la vida por haberle dado esta oportunidad. Con esto, ha pagado la universidad de sus hijas.