¡Qué ironía! Los afectados por el Corredor Norte no se explican cómo el MOP y PYCSA se preocupan más por demoler el muro de Las Palmitas, que por las 64 viviendas habitadas que corren peligro.

Mientras tanto, los afectados se mantienen en constante vigilia, como medida de presión, para que el Gobierno les haga efectivo el pago de sus indemnizaciones. Arturo Alvarado, de SINAPROC, manifestó que los afectados no tienen por qué poner en riesgo más vidas, al oponerse a la demolición del muro. Ya no habrá a quién culpar, pero reconoce que hay que indemnizarlos rápido.