Prefirió quemarse antes de que la grúa que manejaba acabara con la vida de sus compañeros. Gabriel Quintero, de 42 años, ex-trabajador de Bilfinger & Berger, empresa encargada de la construcción del segundo puente sobre el Canal, sufrió este accidente el 27 de abril de 2004. Estaba en una loma y la compañía le había desconectado los frenos de emergencia. No había seguridad. Comentó que durante la hospitalización sólo lo ayudó el sindicato de obreros, y que la empresa no ha dicho ni hecho nada, a pesar de que tenía más de cinco meses allí. Como no puede trabajar, se ha endeudado por más de mil balboas.